Alba de Tormes

La relevancia de Alba de Tormes queda de manifiesto en el fuero concedido por Alfonso VII en 1140.

En 1429 Don Gutiérre Álvarez de Toledo se convierte en el primer señor de la Casa de Alba.

En la época de Carlos V y Felipe II será cuando la villa alcance fama mundial de la mano de Fernando Álvarez de Toledo, el Gran Duque de Alba y muy especialmente de la doctora de la Iglesia, Santa Teresa de Jesús, patrona de la villa y donde reposa actualmente su cuerpo incorrupto y las reliquias del brazo y el corazón.

Durante ese tiempo Alba de Tormes se convierte en uno de los focos de cultura más importantes de España, en ella vivieron:

Lope de Vega

Garcilaso

Calderón de la Barca, entre otros.